martes, 24 de enero de 2006

Javiri alias javi

Hoy ha ocurrido algo. Javiri (nombre no científico de mi nuevo bonsai, javi para los amigos) ha llegado. Es precioso y brillante. Elegante y sencillo como el zen. Sin embargo, llegó como un reproche. No me importan los reproches pero sí los corazones amigos que sufren por mi culpa. Lo siento pero “amarse es no tener que decir nunca lo siento”. Mi cansado y miserable ego ¿se habrá olvidado de amar? Quizás no supo nunca. La respuesta, seguro, está esperando, ya ahora, en algún lugar del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario