domingo, 15 de agosto de 2010

de la oscuridad y la locura

Los hijos de la oscuridad y la locura
suspiran bajo las ardientes agujas del silencio
¿quién bebe sus brillantes lágrimas?
para aliviar las llagas como ríos
de estrellas devorando la distancia,
en tu cósmico regazo de infinito.
¿Quién surca en frágiles navíos
el océano preciso de tu ausencia?

Delicadas gemas cuelgan del vacío
mientras se expande la belleza por sus venas
insondable y fugaz como un beso perdido.
Como un canto hondo que se lamenta lejos en la noche
y se extravía entre el arrullo del licor.
Orión y Alfa Centauri se consumen allá.

Atentos a la brisa en las alturas,
gorjeando una canción de versos ebrios,
ajenos a las horas y los días,
como volutas consumidas en la nada
de esta hambre sin llanto,
hijos de la oscuridad y la locura,
mezclando en esta copa rota de sangre nuestros labios,
musitan con pesar sus visiones de esperanza y amor.

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