Para sortear a las sombras
Con la risa en los labios,
¡luz!,
Es necesario, tiernamente,
Ceñir la brisa,
Su cintura de ausencias.
Y recordar acaso aquellos días
Erigidos suavemente bajo la lluvia
Sin esfuerzo aparente
Fatigábamos las horas
Con nuestros incesantes pasos
Recuerdo que bebías mis palabras
Mientras yo consumía tu mirada en todos mis instantes
Deambulábamos entre las tabernas
De aquel puerto sin mar
Marineros
Ebrios de luz
Sonrientes
Todos los sueños por crear
Conscientes de la magia en nuestros vasos
Ahora mientras el agua enfurecida
Golpea mi ventana
Aguaceros del pasado me recuerdan
Que tu nombre fue olvidado
Y que yo sólo soy nada.
No estoy triste
Me sonrío
Quizás porque no confío en el tiempo
Quizás porque sonreíamos ambos
En torno aquellos brindis
Quizás sabiendo de este ahora
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