Si algún día te sorprende el gran dolor de la existencia,
el mundo te desborda y te extravías,
en el territorio salvaje del dolor propio y ajeno.
Si eres sólo una molécula a merced de extrañas fuerzas,
una mancha en algún mapa de un país extranjero.
Amiga, amigo, te deseo desde el corazón de mi derrota,
que te tropieces con la niña del satori
y que juegues sus juegos en las playas del tiempo.
En torno al eje uno. ..
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