jueves, 31 de diciembre de 2009

Sueños

Te anhelo tanto
que mi queja no suena
ni se pronuncia mi voz
no se derrama mi pena
sobre tus lágrimas

En mis sueños de loco
tu rostro resplandece
se tiñe mi vigilia con tu sombra
bailando una canción
al ritmo de la danza
que yo amo
entre mis besos y tus huellas
se vierten los delirios
y tiemblan las estrellas
cuando vagas, vagamos, sin sentido
perdido entre las playas y las olas
inerme te persigo.


Tú vives en tu nube
yo junto al polvo del camino
atado a esta tierra extranjera
donde humea el asombro
del amor desterrado

Ignoro si sueño o soy soñado
de tu ausencia en la nieve
lo cierto es el fulgor helado
ardiendo entre mi fiebre
del mar de tu mirada
y el agua de tus labios

Bebo
para olvidar la sed y las fronteras
desterrado de ti
aguardo en el último lugar
del silencio y la fila
donde este corazón
descansa y se ilumina
con la calma

lunes, 28 de diciembre de 2009

de la iluminación

más allá de la iluminación
no hay nada
nada hay más acá

ahora cabalgo sobre este rayo
de luz apasionada
entregado al camino
asombrado ante tu mirar esmeralda
e inerme como un guijarro
vagabundo en la caravana de la contingencia

más allá de la iluminación
no hay nada
nada hay más acá

sobre las diez mil ilusiones
ahora navego
aturdido por los irisados reflejos
oh belleza
pronuncio entre tus labios
mis besos efímeros
por si pudiera reclamar tu atención
mientras las volutas cuánticas de nada
ascienden como caricias
de vino y tiempo
cuando os amo.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Ofrenda

La caricia febril
de aquella brisa oscura,
empapada en tu voz
luminosa en la bruma,
tirita desolada en el vacío,
y el eco de la canción
aún resuena feroz.

La sonrisa en los labios
y la lucha,
siempre,
me faltan.
Aquí y ahora.

Qué sabe nadie,
no jugaron con Yoni,
no escucharon el quebrado sollozo
de aquél son
corriendo entre los charcos.

No besaron el filo del puñal,
ni la risa salvaje del peligro
derramaron,
ebrios de instantes.

Aquí y ahora,
amigo,
como duele
el fracaso.

Peregrino soy
ante los sueños
que me sueñan
y en las horas extrañas,
aún acaso la maga
me recuerda.

Y aún acecha
la claridad terrible,
sobre estos pasos
que resonaron ajenos,
en miserables tugurios confundidos
de risas y gemidos,
esparcidos por la brisa
que hoy juega entre los restos.

Hoy lloro
a los estremecidos viejos,
los niños sin sonrisas,
y a las madres sin hijos,
que escrutan delante de sus pasos,
las huellas de un camino
ya nunca transitado.

Escucho al viento,
susurrante locura,
oh sí,
de voces deformadas,
chirrían entre carteles y metal
y se mezclan con mis gritos,
no tengo nada,
ni quiero tener tanto.

Naufrago entre recuerdos
del piélago insondable de otra orilla,
de innúmeras y místicas caricias,
de puro sueño glauco,
del juego y la marea
de las olas heladas
y las almas,
los besos desbordados.

Aquí y ahora,
permanezco ausente y empapado,
frente a esta extensión inusitada,
postrado ante tu ausencia,
poso mis labios en tu piel
de cosmos o frontera,
desnudo y sin renuncia
entrego mi derrota.

domingo, 6 de diciembre de 2009

memorias

Hoy, fatiga de tarde y cafeína.
Escuchando música,
heredera bastarda de Tom Waits,
de chupito en chupito,
en tu rincón
una nota perdida desafina

Sobre la mesa recuerdos
como charcos que rompen
las orillas sin tiempo
dulces tobillos
húmedos de nostalgia.

Atrás todas las horas,
y al volver la mirada
sólo surcos ausentes
y en los labios cansados,
sonrientes,
nuestros besos perdidos,
solamente una idea en la cabeza:

la belleza.