Sus labios son azul
más que blanco.
Me consumo en el fuego líquido
de su corriente,
océano rompiente,
su encendido delirio
sobre mi deleite.
Dulce glauca sed,
más que espuma
es mi alma
o el beso de la bruma
fugitiva entre las olas
Tu cuerpo de sirena
sigue siendo el corazón de mi tarea
cuando la tarde llega
olvido mi deber y mis escritos
dibujando los sueños bajo la marea
mis delirios más proscritos
extravío en tu ausencia
si recoges mis besos en tu seno
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