Perdí tu rastro en las montañas
De la desolación
Te alejaste del valle
Del río de las lágrimas
En pos de la batalla
Sin tornar tu mirar
Distante y orgulloso
Atrás quedaron eones
De combate
Espalda con espalda
Solos
Ante un innúmero adversario
Poderoso voraz
Y sempiterno
Recuerdo que
Caí
Guerrero
Te llevaste el corazón
Los 21 gramos de mi ser
Atrás quedó este cascarón
Vacío
Aún resuena aquel eco
Aullido desesperado de este pecho
Al escuchar tu risa de combate
Mientras rodilla en tierra
Derrotado
Entreteniendo con apenas un gesto
Al enemigo
Interpreto este acto
Maniobrando alguna distracción
Olvidando el anhelado olvido
En tanto en algún lugar
Del insondable espacio-tiempo
Arremetiendo incansable
Resurges como el fuego
Inasequible al desaliento
Sólo tus labios ajados
Pronuncian serenos la palabra
Bramido de batalla
Más dura que el acero
Más suave que la nieve
Tu canción herida
Resplandece
Y tu rostro severo
Estalla en carcajadas
Libres
Bailas tu o-chagi danza
Frente al cuchillo-tiempo
Mientras la brisa juega
Alrededor de mí silencio
Frágil avatar que asombrado
Contempla y enmudece
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