Es como una torre de azul líquido
que de súbito se alza sobre ti
Riendo te abalanzas
y te envuelve su espuma
peligrosa que dominas
Salados y sabrosos
sus verdes besos
son
de dulce aguamarina
que desde niño navegas
olvidado en su cuerpo de rocas y marea
vuelve a pasar el corazón
Tanto amé sus dulces curvas
escuchando el rumor de su canción
eterna
Me miras y te turbas
Nacer vivir morir
Más allá del tiempo
late el beso
Soy sólo un hipi del océano
que se olvidó de triunfar
viernes, 27 de marzo de 2009
martes, 24 de marzo de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
tu nombre es mi nombre
Recorres los pasillos nevados
De luz y ausencia
Nadie contempla tu anhelo
Y tu bello rostro sereno
Nadie aprecia
Nadie juega tus juegos
Deambulas sola
Como gema incandescente
Que arde inaccesible
En la distancia oscura
Transitas estancias vacías
Vastos silencios
En tus ojos de océano
Te dio la espalda el camino
Ahora el vacío brillante
Ofrece la nada
Una extensión sin nombre
Que te traspasa
Donde nadie te ve
Donde nadie habla
No dices nada
Siquiera el viento roza tu mano
Que resplandece pura y frágil
Pero mis caricias son tuyas
Infinitos
Mis instantes son tuyos
En la mañana fría
Si mi alma aún alienta
Es tuya
Cuando la escarcha del tiempo
Que va quemando el mundo
Te hiele los desnudos pies
Los templaré
En las tardes oscuras sin besos
Te besaré
Cuando llegue el invierno
y te falten abrazos
Te abrazaré
Cuando nadie
Pronuncie tu nombre
Te llamaré
Y si nadie juega
Yo jugaré
Cuando todos lloren
Reiré
Entretenidos en sus necios afanes
Te abandonarán
Entonces te buscaré
Cuando ellos se marchen
Yo llegaré
Cuando olviden tu nombre
El mío te daré
De luz y ausencia
Nadie contempla tu anhelo
Y tu bello rostro sereno
Nadie aprecia
Nadie juega tus juegos
Deambulas sola
Como gema incandescente
Que arde inaccesible
En la distancia oscura
Transitas estancias vacías
Vastos silencios
En tus ojos de océano
Te dio la espalda el camino
Ahora el vacío brillante
Ofrece la nada
Una extensión sin nombre
Que te traspasa
Donde nadie te ve
Donde nadie habla
No dices nada
Siquiera el viento roza tu mano
Que resplandece pura y frágil
Pero mis caricias son tuyas
Infinitos
Mis instantes son tuyos
En la mañana fría
Si mi alma aún alienta
Es tuya
Cuando la escarcha del tiempo
Que va quemando el mundo
Te hiele los desnudos pies
Los templaré
En las tardes oscuras sin besos
Te besaré
Cuando llegue el invierno
y te falten abrazos
Te abrazaré
Cuando nadie
Pronuncie tu nombre
Te llamaré
Y si nadie juega
Yo jugaré
Cuando todos lloren
Reiré
Entretenidos en sus necios afanes
Te abandonarán
Entonces te buscaré
Cuando ellos se marchen
Yo llegaré
Cuando olviden tu nombre
El mío te daré
domingo, 1 de marzo de 2009
guerrero
Perdí tu rastro en las montañas
De la desolación
Te alejaste del valle
Del río de las lágrimas
En pos de la batalla
Sin tornar tu mirar
Distante y orgulloso
Atrás quedaron eones
De combate
Espalda con espalda
Solos
Ante un innúmero adversario
Poderoso voraz
Y sempiterno
Recuerdo que
Caí
Guerrero
Te llevaste el corazón
Los 21 gramos de mi ser
Atrás quedó este cascarón
Vacío
Aún resuena aquel eco
Aullido desesperado de este pecho
Al escuchar tu risa de combate
Mientras rodilla en tierra
Derrotado
Entreteniendo con apenas un gesto
Al enemigo
Interpreto este acto
Maniobrando alguna distracción
Olvidando el anhelado olvido
En tanto en algún lugar
Del insondable espacio-tiempo
Arremetiendo incansable
Resurges como el fuego
Inasequible al desaliento
Sólo tus labios ajados
Pronuncian serenos la palabra
Bramido de batalla
Más dura que el acero
Más suave que la nieve
Tu canción herida
Resplandece
Y tu rostro severo
Estalla en carcajadas
Libres
Bailas tu o-chagi danza
Frente al cuchillo-tiempo
Mientras la brisa juega
Alrededor de mí silencio
Frágil avatar que asombrado
Contempla y enmudece
De la desolación
Te alejaste del valle
Del río de las lágrimas
En pos de la batalla
Sin tornar tu mirar
Distante y orgulloso
Atrás quedaron eones
De combate
Espalda con espalda
Solos
Ante un innúmero adversario
Poderoso voraz
Y sempiterno
Recuerdo que
Caí
Guerrero
Te llevaste el corazón
Los 21 gramos de mi ser
Atrás quedó este cascarón
Vacío
Aún resuena aquel eco
Aullido desesperado de este pecho
Al escuchar tu risa de combate
Mientras rodilla en tierra
Derrotado
Entreteniendo con apenas un gesto
Al enemigo
Interpreto este acto
Maniobrando alguna distracción
Olvidando el anhelado olvido
En tanto en algún lugar
Del insondable espacio-tiempo
Arremetiendo incansable
Resurges como el fuego
Inasequible al desaliento
Sólo tus labios ajados
Pronuncian serenos la palabra
Bramido de batalla
Más dura que el acero
Más suave que la nieve
Tu canción herida
Resplandece
Y tu rostro severo
Estalla en carcajadas
Libres
Bailas tu o-chagi danza
Frente al cuchillo-tiempo
Mientras la brisa juega
Alrededor de mí silencio
Frágil avatar que asombrado
Contempla y enmudece
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